lunes, 27 de febrero de 2012

Sigo siendo el mismo

Despierto y veo que sigo siendo el mismo. 

A nadie sorprenden mis cambios repentinos. Ya nadie se asusta de verme con los ojos llenos de vacío. Sin esa inmediata dilatación que se supone debería provocar la luz en mis pupilas. El de la bata blanca agita su cabeza. Guarda la luz en el bolsillo. Me ajustan el blanco cierre de dos camisas que no dejan moverme.

Soy el reflejo de tus dudas, soy el mar que devoró tu canto. No intentes alcanzarme, estoy junto a ti y sin moverme. Tímida sombra que aparece bajo tu manto. ¿Y si las mañanas regresaran? Quiero irme nadando en una nube de verano. Tomar tu mano y poder gritar de pronto. Un segundo que se acorta en el tic tac de un reloj que indica la hora de una ciudad que no conozco. ¿Recuerdas tu nombre ahora? Sólo puedo pronunciar estas palabras. Mar, canto, luz, verano. 

Amanece y me despierto. Sigo siendo el mismo.