lunes, 29 de abril de 2013

Empezar

Sólo he sido fiel a mi aversión por los amores añejos. El amor eterno dura lo que tarda en llegar el otro. El nuevo. El verdadero. El verdadero amor siempre es el siguiente.

A veces despertaba y desconocía a la tipa de a lado. Y entonces iniciaba el sistema de desagüe para que se perdiera en un remolino de agua y tierra. Que llegara lejos, tan lejos en el tiempo espacio, como para que fuera imposible conocernos. No es fácil volverte ajeno a quien compartió la cama por tantos días pero lo facilita el hecho de haber apartado un poco de ti para ti solo. Ser cauto y no obsequiar tu todo.

Si me preguntas qué es lo más difícil de empezar de nuevo después de cada adiós, te diría que el adiós. No tengo dudas de ello.



domingo, 14 de abril de 2013

Derrumbes ajenos

Me gusta contarme historias que me dictan mis sentidos. A veces dedico grandes lotes de tiempo a la conversación conmigo mismo. 

Supongo que eso me ha de hacer parecer ido o idiota, cuando la gente me habla y mi mayor atención está en la trama de la historia que justo me estoy contando y no hago caso. No es sencillo reexplicarme el mundo, por eso de pronto mis inflexiones son continuas.

A ella le cagaba que yo no hablara, sobre todo cuando quería escuchar mis palabras que siempre daban en el blanco, que le herían y le hacían sentir poco menos que nada. Pero uno no está todos los días dispuesto a pisotear al otro, a veces es necesario acabar con uno mismo, antes que seguir contemplando el derrumbe ajeno. Por eso prefirió la distancia. Escogió una ruta tan larga que se acercaba peligrosamente por el lado opuesto. Ruta circular. 

Sueño

¿Y si esto fuera un sueño? ¿Y si todos fuéramos parte de una pesadilla de uno que cenó demasiadas calorías por la noche? Lo único que se me ocurre cuando llegan estas preguntas idiotas es desear con todas mis fuerzas que ya suene el despertador del desgraciado.