sábado, 31 de octubre de 2009

Oferta única

De por sí los domingos son patéticos sin una mujer al lado. Menos puedo soportarlos con esta gripe de perro flaco. Cambiaría cinco domingos por un viernes. Así es, la oferta está hecha: "Cambio cinco domingos por un viernes", interesados, dejar mensaje.


A nadie pareció interesar mi oferta, lo más que obtuve, después del anuncio, fue una anciana que me ofrecía un gatito en adopción. Ja, con lo que me chocan los gatos. Si lo aceptara sólo sería para hacer algún experimento con drogas o algo así.

viernes, 30 de octubre de 2009

Carta de presentación

¡Nunca tomas nada en serio! -me reclamaba siempre La Güera- y tenía razón. Desde que recuerdo, siempre me reía, la vida me daba risa. Pensaba que todas las cosas tenían arreglo, que las preocupaciones eran propias de los viejos. Aunque, entonces, escuchara el mismo reclamo día tras día.
Hasta que en algún momento, sin darme cuenta, mi cara cambió. Apareció la seriedad. Ahora pocas cosas me hacen reir, tal vez una buena película de Tin tan, o los discursos de los políticos que con desparpajo invitan a los campesinos a imitar al narco, o de plano burlarme de las cursilerías de las ilusas que se atreven a salir conmigo una noche o una tarde lluviosa.
¡Qué jodida vida! siempre con mi jeta como carta de presentación.

jueves, 29 de octubre de 2009

Primeros pasos

Cuando le dije a mi madre que dejaría la escuela cerró sus ojos, respiró profundamente, y casi estoy seguro, aguantó el llanto. De cualquier forma, la vocacional no era precisamente la mejor opción educativa. Al menos para mí. Nada tenía yo que hacer entre tornos, fresadoras y cepillos de codo. Por eso preferí ayudarle en su negocio, un enorme puesto ubicado en uno de los tianguis populares más grandes de la ciudad. Vendíamos martes, jueves y sábados. Teníamos que levantarnos entre las cuatro y las cinco de la mañana, pues de lo contrario era imposible llegar al lugar asignado. Nunca pensé que la ropa usada y las revistas atrasadas fueran un buen negocio. Lo mejor, las hijas de las comerciantes vecinas, un par de ellas bonitas y lanzadas. Siempre a escondidas, buscando un pretexto cualquiera para encontrarnos en el parque cercano, besarnos, tocarnos, explorarnos. Cosas de adolescentes.

martes, 6 de octubre de 2009

Compañera innombrable

Sombría soledad mecanizada
que elucubras ideas para anegarme,
la dicha desaparece en la nada
palabras sin sentido nacen al hablarme.

Fugaz y pendenciera viniste a mi lado,
absorbiste mi lucidez en un instante.
Necia compañera no me has abandonado
ni a pesar de mi esfuerzo por borrarte.

Entras fácil cual amante y nunca sales,
vociferas a mi lado omnipresente.
Alejaste la sonrisa y trajiste los males,
Hasta cuándo piensas seguir de frente.

No vaya a ser que te estaciones por siempre
sin importarte lugar ni tiempo o instantes.
No vaya a ser que un día me exaspere
y te rompa la madre con mis besos delirantes.

jueves, 1 de octubre de 2009

Sin tregua

Son ocho horas continuas sin tregua
guerra de egos intransigentes, duros,
cielo e infierno, puntos suspensivos.

Abrir tus alas y brillar tu entorno
deslumbrar con tus tonos morados,
atraer con tu aroma impecable

Burlar las redes que tiendo
cazador cazado, caza prohibida
presa que apresa a su perseguidor

Mirada profunda, triste y profunda
prácticas intencionales inmorales
rastro de ti, rastro de fuego, rastro.

Látigo que acaricia, que invade, que suena
aire caliente, brisa salada, risa y llanto
padre sin hombre, sin hijo, sin rostro.