Días y noches enteros sin dormir. A veces pienso que eso de que el sueño es una necesidad del hombre es una historia inventada.
La última semana dormí unas 4 horas, no hay mejor somnífero que una película de vampiros fresas. Por las noches mejor leer o escribir, o en ocasiones, conversar con alguna amiga desvelada que se conecte al messenger.
Rosa María siempre se quejaba de mi insomnio, creo que le era medio molesto, escucharme caminar, bajar al patio, bañar al perro, lavar ventanas.
Hasta que aprendí a vivir con él y sin ella. Así dejé de tener esposa y, desde entonces, vivo con mi insomnio, con muchos sueños pero sin ganas de dormir.
Hasta que aprendí a vivir con él y sin ella. Así dejé de tener esposa y, desde entonces, vivo con mi insomnio, con muchos sueños pero sin ganas de dormir.