Qué molesto es terminar un momento glorioso de sexo: gritos, besos, caricias, orgasmos. Y de repente que te suelten algo como "¿Esto es por amor o por sexo?". Por lo que tu quieras, respondí. Mientras en silencio reflexionaba: ¿amor?.
A esa chica la conocí en alguna oficina de gobierno, donde tuve que hacer un burocrático trámite. Me hice el simpático para agilizar las cosas, pero creo que se me pasó la mano. Total que entre trabajo y bromas me dijo que salía a las 4 de la tarde. Regresé por ella, le invité un trago en mi cantina preferida y terminamos esa noche de jueves en céntrico hotel.
Insistió en preguntar, "¿Qué te hizo fijarte en mí?" -Tu escote, le dije. Y me levanté para tomar una ducha. "Es que nunca había hecho esto en la primer cita con alguien", -es que no me habías conocido. "Pero, ¿qué va a pasar ahora? ¿seguiremos saliendo?. No entiendo qué hago aquí". -Me sorprendería que supieras que haces aquí. No aquí en este lugar, sino aquí en esta vida. Piensas demasiado las cosas, lo cual no es malo, lo equivocado es pensar las cosas después de actuar. Así que mi sugerencia es que sólo vivas el momento y lo que haya de pasar que pase. Que si hemos de salir otro día, pues saldremos y ya. Que si no nos volvemos a ver, estupendo. Lo único cierto es que nos vimos hoy y fue fabuloso. Lo demás no lo sabemos y no me interesa especular al respecto. "Eres muy raro, mejor nos vamos".
Salimos del hotel,. En mi auto la llevé a coyoacán, vivía cerca del exconvento de churubusco. Le di una tarjeta de presentación. -cuando quieras márcame o escríbeme. Beso y adiós.
Subí el volumen del reproductor y canté junto a Sabina:
"...Por decir lo que pienso, sin pensar lo que digo,
más de un beso me dieron y más de un bofetón.
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna.
Lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de las faldas de algunas
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar...".
más de un beso me dieron y más de un bofetón.
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna.
Lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de las faldas de algunas
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar...".