Estoy cansado de crear, imaginar o inventar escenarios imposibles. Creo que debería ocupar mi tiempo en cosas más productivas. Por más que he buscado y trazado líneas de tiempo en los que, por causas artificiales, nuestros caminos se junten, invariablemente me encuentro con resultados poco alentadores. Me trauma no ser capaz de elaborar un esquema en el que exista el nosotros. ¿Falta de creatividad o exceso de realidad?.
Enredarse en jugar con el tiempo puede volverse vicio. Ensoñar parece un arte, pero en realidad se hace un desastre. Especialmente cuando la materia del ensueño no comparte un interés común. Cuando cada uno hace una lucha distinta. Cuando los deseos son inversos y no concurrentes.
Solía tener sentido común antes de que aparecieras en mi camino, o mejor dicho, antes de que forzara mi camino para encontrarte. Y sí, lo sabía. No puedo fingir ignorancia porque es contrario a mi naturaleza. Es así.
Pero ahora profeso que nunca es tarde para dejar de intentar absurdos. Nunca es tarde para dejar de lanzar la imaginación al abismo. Nunca es tarde para aterrizar y poner un alto a los derroches de imaginación portentosa. En pocas palabras, nunca es tarde para dejar de actuar como imbécil.
me gustó, sigue escribiendo
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