Sólo he sido fiel a mi aversión por los amores añejos. El amor eterno dura lo que tarda en llegar el otro. El nuevo. El verdadero. El verdadero amor siempre es el siguiente.
A veces despertaba y desconocía a la tipa de a lado. Y entonces iniciaba el sistema de desagüe para que se perdiera en un remolino de agua y tierra. Que llegara lejos, tan lejos en el tiempo espacio, como para que fuera imposible conocernos. No es fácil volverte ajeno a quien compartió la cama por tantos días pero lo facilita el hecho de haber apartado un poco de ti para ti solo. Ser cauto y no obsequiar tu todo.
Si me preguntas qué es lo más difícil de empezar de nuevo después de cada adiós, te diría que el adiós. No tengo dudas de ello.
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