miércoles, 16 de junio de 2010

Huída

No sé cómo preguntarte por qué estás junto a mí. Ni siquiera recuerdo cómo fue que llegamos a este hotel. Lo último que pasa por mi mente es la noche, el son cubano, tu cintura entre mis manos mientras bailábamos. Bebíamos tequila, derecho cómo beben los mexicanos. Y luego, nada. Existe una laguna mental, inmensa, que termina justo en esta cama con tu cuerpo junto al mío. 

Ahora duermes, y yo... me largo de aquí.