Todo me sirve, me sirve tu presencia, tú sabes, me equilibras, eres como incienso. Humo que penetra mis entrañas. Se aloja. Vive en mi interior, calma mis ansias, armoniza mi estadía. Evita mi fuga.
Todo me sirve, me sirve tu ausencia, me reencuentro, me rehago. Me reinvento. Salgo al mundo, lo saludo, me reinserto. Poco a poco recuerdo cómo se vive solo. Y lo que significa caminar sin una mano que tome la mía, que la guíe.
E intento encaminar mis pensamientos hacia mí, romper el vicio por el que te siguen.
Todo me sirve, hasta el sabor amargo de mi lengua cada vez que pierde el sabor a ti.