martes, 30 de agosto de 2011

Hereje

"Eres un hereje": era la frase favorita y la más repetida por una antigua novia cada vez que me negaba a ir a las misas de bodas, quinceaños, graduaciones, presentaciones y todas las homilías que se puedan imaginar. Y ahora que me doy cuenta, ahora que estoy reflexionando en el tema, es una de las frases que he escuchado con mayor insistencia. Hereje: Persona que niega alguno de los dogmas establecidos por una religión. En todo caso, yo no entraría en esa categoría. Porque yo niego todos los dogmas establecidos por toda religión. Y sin embargo, mi relación con Dios es excelente.

Sabina, Paz, Sabines, Benedetti y tantos otros, me han alimentado varios conceptos de Dios, todos errados. Cómo no recordar aquello de: "Antes de conocerte sólo me hacía falta Dios. Ahora me haces falta tú. Y era más fácil vivir con la ausencia de Dios que con la ausencia de ti...". 

O bien: "Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos..."

Y mi favorito: "Dios insaciable que mi insomnio alimenta; Dios sediento que refrescas tu eterna sed en mis lágrimas, Dios vacío que golpeas mi pecho con un puño de piedra, con un puño de humo, Dios que me deshabitas, Dios desierto, peña que mi súplica baña, Dios que al silencio del hombre que pregunta contestas con un silencio más grande, Dios hueco, Dios de nada, mi Dios: sangre, tu sangre, la sangre, me guía..."

Hereje: ¡cuántas partidas causaste!, ¡cuántas despedidas!. Y sin embargo, mi relación con Dios es y ha sido excelente.

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