lunes, 1 de agosto de 2011

Sin derecho

Tal vez lo único peor que ser un intruso es sentirse como un intruso. El que no fue invitado a la fiesta, pero que por algún azar está ahí: desconocido, ajeno. El vecino incómodo. El que saludas por compromiso con cara de lárgate de aquí. Un intruso es el que se ha introducido sin derecho a cualquier sitio, a cualquier situación. Sin derecho.

En ocasiones me siento como tal, sobre todo cuando me percato de la manera tan forzada en que entro en tu vida, sin derecho. Cuando reconozco que todo inidica que nuestros caminos deben bifurcarse. Cuando me alientas a desaparecer con tu indiferencia. Lenguaje silencioso, claro y preciso. Y yo, sólo finjo no darme por enterado, sin derecho, sin derecho a fingir. Sin derecho a detener lo que algún día ha de pasar, lo que tendrá que suceder necesariamente. Cuando todo siga su naturaleza.

El agua y el aceite no han de permanecer unidos, por más que se contengan en el mismo recipiente, por más que se agite y lleguen a confundirse por apenas un segundo. En cuanto llegue la calma, cada uno tomará su sitio: uno arriba y el otro abajo. A veces soy agua, a veces soy aceite. Sin derecho.

Álvaro Carrillo escribió una canción de la que tengo presente que "Hay ausencias que triunfan y la nuestra triunfó..." según entiendo significa que en ocasiones la mejor forma de hacer el bien es desaparecer, ausentarse, dejar al otro con su mismidad. Es sólo que la ausencia no es una costumbre que nos enseñen a tratar y mucho menos a entender, a aplicar. Por eso la reticencia a reconocerla como una opción, como una alternativa, como una decisión que tal vez llegue a ser la mejor en una vida. O como dice Silvio:
"Ahora sólo me queda buscarme de amante
la respiración.
No mirar a los mapas, seguir en mí mismo,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro.
O hacer la canción..."


Aun así, confío en que llegará el momento de permitir que fluyan los caminos, de aceptar que la mejor forma de ayudarte es con un adiós. Espero estar ahí para verlo.

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