Sombría soledad mecanizada
que elucubras ideas para anegarme,
la dicha desaparece en la nada
palabras sin sentido nacen al hablarme.
Fugaz y pendenciera viniste a mi lado,
absorbiste mi lucidez en un instante.
Necia compañera no me has abandonado
ni a pesar de mi esfuerzo por borrarte.
Entras fácil cual amante y nunca sales,
vociferas a mi lado omnipresente.
Alejaste la sonrisa y trajiste los males,
Hasta cuándo piensas seguir de frente.
No vaya a ser que te estaciones por siempre
sin importarte lugar ni tiempo o instantes.
No vaya a ser que un día me exaspere
y te rompa la madre con mis besos delirantes.