domingo, 19 de diciembre de 2010

Un acto personalísimo

¿Tú entiendes por qué te escribo? Yo tampoco. Sólo sé que de vez en vez siento una multitud de ideas que deben salir de mi mente, de mi pensamiento, y creo que la única forma que conozco para drenar un poco el fluido mental es justamente escribir. Es un acto personalísimo e íntimo en que sale a relucir el estado anímico de uno, en que lo más complicado es evitar que se desborden los sentidos.

Lo que no podría explicar es por qué escribir para vos o de vos, y no de algo más o para alguien más. 

Existiendo miles de asuntos que se podrían abordar en un texto, por ejemplo la transformación de las células madre, o la explosión de estrellas lejanas, termino plasmando algo que debería decirte directamente y no esperar a que lo leas en un blog y que adivines que es para vos.

Tal vez la respuesta sea evidente y tú y yo la sepamos, tal vez más tú que yo, pues ambos estamos de acuerdo en que tu capacidad de deducción y de intuición es enormemente superior a la mía. Así que no creo necesario abundar al respecto.

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