miércoles, 22 de diciembre de 2010

Mostrando puertas

Como siempre, uno se encuentra con otro igual. Si no iguales, sí semejantes. Nunca falla: "Dime con quién andas y te diré quién eres". Una fácil forma de saber cómo te ven los otros, o qué expresas de ti, es que observes a las personas de que te has rodeado. ¿Qué opinión te merecen?. Claro, no es que importe lo que  los demás interpreten de ti, pero cuando se ha perdido un poco la brújula, no existe mejor orientación que el mirarse en el espejo de tus "amistades".

Lo sorprendente es que últimamente he convivido sólo con personas buenas, de quienes no he recibido más que el bien, lo mismo quien me estimula para activar mi razonamiento, que quien estimula mi sentir. Sin olvidar a la que estimula mi creatividad y me da luz para escribir y escribir, a veces en este blog y otras en mi cuaderno de notas.

En fin que estoy aprendiendo cotidianamente de mí mismo y de la vida. Y entre otras cosas me he dado cuenta que diciembre no es un mal mes como creía. Por lo menos me está mostrando puertas de las que no me había percatado que tengo las llaves. Abrirlas o cerrarlas sólo es cosa mía.

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