martes, 1 de marzo de 2011

Silencio

A veces sobra el tiempo y faltan las palabras. Otras, sólo fluyen oraciones sin cesar, como si la boca tuviera una fuga, un boquete por el que salieran aire y expresiones. Qué importa que no tengan sentido. Lo trascendente es vencer al enemigo común que fustiga cuando se alza imponente entre dos seres: El silencio. Habitante incomprendido, indeseado en el mundo. Casi nadie comprende la importancia de su existencia. Hasta en la música, hacen falta los silencios. Y es que el temor a enfrentarse consigo mismo es lo que repele a tener momentos de quietud; de abstinencia: abstenerse a hablar. Mirarse al interior como se mira un pensamiento. Indagar en lo profundo, concluir y continuar con la vida. 


Sí, a veces sobra el tiempo y faltan las palabras y otras, las palabras están por demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario