Si un recuerdo se torna permanente, ¿se vuelve una obsesión?, entonces es una obsesión lo que me hace regresar a estas calles. El centro histórico de la ciudad, cuántas historias esconde.
Caminar y trasladarme al pasado, a otro tiempo. Al día en que tus labores oficiales te trajeron a estos lares. Al día en que por fin habrías de cumplir lo que tantas veces me escribiste por correo, por msn, o lo que me decías por teléfono. Largas distancias que incrementaron por muchos meses mi cuenta telefónica.
Y llegó el día, te esperé en el lobby del hotel. Cuando se abrió el elevador y te vi caminar hacia mí, se incrementó el ataque de nervios que traía encima. Fuimos a mi departamento, tomamos café, me mostraste las fotos de tu familia. Revisaste mi departamento, te sorprendió mi cocina. Hicimos el amor sin pensarlo, sólo dejamos que las caricias llenaran el espacio que nuestros deseos abrieron.
Me pediste que te llevara a tu hotel. Estacioné mi auto cerca del Palacio de Bellas Artes y caminamos por Madero abrazados. Insististe en que me quedara contigo y no me hice del rogar. Fue la primera vez que hice el amor en un hotel internacional de 5 estrellas.
Al día siguiente te llevé al aeropuerto, debías volar a casa. Tu esposo y tu familia te esperaba.
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