Las tardes del sábado tienen un dejo de incertidumbre. Son momentos en que la resaca de la noche anterior se va diluyendo. En que se duplica el esfuerzo por armar el rompecabezas de lo acontecido en la madrugada. La casa gira y gira, hasta que le pongo un alto con un grito.
Empiezo mis análisis semanales. Según mi libreta, encuentro un patrón de comportamiento que se repite en las últimas páginas. Veo que las lagunas mentales van incrementando. Que la botella de tequila se termina más temprano. Que lo negro de la negra noche ha cubierto gran parte de mi memoria. También encuentro que ha disminuido mi contacto con la gente. Soy como un ermitaño que no abre sus puertas mientras haya rastros de sol.
No quiero comer nada, ni escuchar música. Me baño, me tiendo en la cama y trato de recordar sin resultados el nombre de un poema de César Vallejo que me ronda por la mente:
Hoy no ha venido nadie a preguntar;
ni me han pedido en esta tarde nada.
ni me han pedido en esta tarde nada.
No he visto ni una flor de cementerio
en tan alegre procesión de luces.
Perdóname, Señor: qué poco he muerto!
en tan alegre procesión de luces.
Perdóname, Señor: qué poco he muerto!
En esta tarde todos, todos pasan
sin preguntarme ni pedirme nada...
sin preguntarme ni pedirme nada...
Y no sé qué se olvidan y se queda
mal en mis manos, como cosa ajena.
mal en mis manos, como cosa ajena.
He salido a la puerta,
y me da ganas de gritar a todos:
Si echan de menos algo, aquí se queda!
y me da ganas de gritar a todos:
Si echan de menos algo, aquí se queda!
Porque en todas las tardes de esta vida,
yo no sé con qué puertas dan a un rostro,
y algo ajeno se toma el alma mía.
yo no sé con qué puertas dan a un rostro,
y algo ajeno se toma el alma mía.
Hoy no ha venido nadie;
y hoy he muerto qué poco en esta tarde!
y hoy he muerto qué poco en esta tarde!
El temblor de mis manos me impide escribir con la velocidad acostumbrada. Sólo es taquicardia que no alcanza el nivel de preocupación como la de la sensación de que algo ha pasado y no lo sé. De que no soy el mismo que salió anoche.
Tal vez sea buena idea amarrarme a una mesa la próxima semana.
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